Justificación del Grado y referentes externos
El título del Grado “Humanidades y Patrimonio” pone claramente de manifiesto el interés y pertinencia académica, científica y profesional del mismo. Esta denominación responde a una serie de evidencias que lo justifican tales como las experiencias anteriores de la Facultad de Humanidades de Toledo; las necesidades y demandas, profesionales y laborales, de la sociedad actual; la estrecha vinculación con las características socioeconómicas del área urbana de Toledo y la movilidad de estudiantes y profesores en el contexto europeo. En este punto desarrollaremos claramente cada una de estas evidencias, por las cuales consideramos que el título “Humanidades y Patrimonio” es el más adecuado para este grado. Máxime si tenemos en cuenta que el Consejo de Europa, creado en 1949, consideraba el acceso a la educación y a la cultura uno de los derechos del hombre y en este marco se creó el Comité directivo para la Conservación del Patrimonio Histórico (CDPH).
En el curso 1993‐94 se puso en marcha la licenciatura de Humanidades en la Universidad de Castilla‐La Mancha, impartiéndose en el entonces denominado Centro Superior de Humanidades de Toledo. A la hora de elaborar el plan de estudios (publicado en el BOE de 13 de abril de 1994) se tuvieron muy en cuenta tanto el lugar en el que se iba a implantar, es decir, la ciudad de Toledo, como los grandes recursos que ésta podía ofrecer en el ámbito del patrimonio histórico‐artístico. Por ello, se contemplaron varias asignaturas de nueva implantación (archivística, biblioteconomía, museología, arqueología, gestión y conservación del patrimonio histórico, técnicas artísticas y conservación de bienes culturales, entre otras) que dotaban al plan de un “itinerario” muy marcado en la línea del patrimonio, que podía resultar beneficioso para el futuro profesional de los estudiantes que siguiesen estos estudios, como así se ha podido comprobar con posterioridad.
Fue en el curso 1997‐98 cuando dicho Centro se convirtió en Facultad de Humanidades de Toledo, en la que se ha venido impartiendo esta licenciatura ininterrumpidamente. Al día de hoy, cuando ya hemos cumplido nuestro décimo aniversario como Facultad, han finalizado sus estudios hasta once promociones de estudiantes. Estos estudios, que vinieron a sustituir al primer ciclo de la extinta licenciatura en Geografía e Historia, también se implantaron paralelamente en los campus de Cuenca y Ciudad Real. Algo más tarde lo haría en el de Albacete.
Desde 1993 el plan de estudios ha tenido dos reformas parciales. La primera en 1998, cuando la licenciatura pasa de cinco a cuatro cursos académicos y se establecieron planes de estudio diferenciados para los títulos de Humanidades de Albacete, Cuenca, Ciudad Real y Toledo dentro de la Universidad de Castilla‐La Mancha. Dos años después y, tras la evaluación de los resultados, se recuperó la estructura en cinco cursos pero se mantuvo la diversidad de los planes de Humanidades de los cuatro campus. Además de estas modificaciones, debe subrayarse la adopción, de forma progresiva, del sistema docente por créditos ECTS desde el curso 2005‐06 con el fin de preparar el terreno a la plena entrada en vigor del Espacio Europeo de Educación Superior.
A estas alturas, no debería ser necesario hacer un recorrido por la función que las Humanidades han jugado en el curso de la civilización occidental y por la importancia que el Patrimonio tiene para nuestra cultura. Valga como botón de muestra recordar las Cartas y Constituciones Internacionales, Nacionales y Autonómicas en las que se recoge el interés por el desarrollo de las competencias en materia de Cultura y Patrimonio. Hace unos años, cuando recibía el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2001, Doris Lessing pronunciaba un encendido discurso acerca de su valor. Entonces hablaba de las Humanidades como de ese entramado de referencias e informaciones creadas por lo mejor de la mente humana y que eran afines a todos los países, permitiendo compartir y comunicarse: “Una persona culta de Argentina se reunía con alguien similar de España, uno de San Petersburgo se reunía con su homólogo en Noruega, un viajero de Francia pasaba tiempo con otro de Gran Bretaña y se comprendían, compartían una cultura, podían referirse a los mismos libros, obras de teatro, poemas y cuadros”. De este modo, la escritora defendía la pervivencia de las enseñanzas humanísticas ante una sociedad que favorece una cultura cada vez más fragmentada.
En el momento actual, en el que se están reafirmando los valores específicos del progreso científico y tecnológico, la opción que debe ofrecer la enseñanza de las Humanidades y el Patrimonio es la del progreso moral, desde la perspectiva crítica, intercultural y de género. Así, las Humanidades y el Patrimonio no serán sólo un discurso de autoafirmación de nuestros valores, sino que habrá de contemplar otros, respetarlos, conocerlos, aprendiéndolos como valores éticos y morales de carácter universal. Por ello, entendemos que su enseñanza debe seguir estando presente, y que es fundamental que el Patrimonio sea estudiado, conservado y puesto en valor desde la perspectiva del conjunto de las Humanidades. De este modo recogemos una sólida tradición europea que se manifiesta en el Tratado de Ámsterdam, cuyo artículo 30 recoge la preocupación de la Unión Europea por la protección y difusión del patrimonio artístico, histórico y arqueológico. A su vez, la Constitución Española en el artículo 46 expresa literalmente que: “Los poderes públicos garantizarán la conservación y promoverán el enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran, cualquiera que sea su régimen jurídico y su titularidad”.
Por otra parte, la multiplicidad de enfoques y áreas de conocimiento que se contemplan en el Grado de Humanidades y Patrimonio permite la formación de unos profesionales que poseen dos rasgos propios, la transversalidad y la visión multicultural, lo que les hace estar especialmente bien preparados para enfrentarse a los requisitos profesionales de una sociedad dinámica y compleja. Ello es así porque el Plan de Estudios proporciona una formación global en el campo de la Historia, la Filosofía, la Literatura, el Arte y el Territorio lo que, a su vez, permite una aproximación madura al Patrimonio y su realidad en el mundo contemporáneo. El alumno podrá contar con los fundamentos de la Antropología, de la Psicología y de la Geografía. Podrá adquirir una visión de la Lengua y la Cultura Clásica, Árabo‐islámica y, al mismo tiempo, se le brinda la posibilidad de conocer otros ámbitos culturales, incluyendo los idiomas francés e inglés. La propia Ley de Patrimonio Histórico Español 16/85, subraya el carácter poliédrico al afirmar que “El Patrimonio Histórico se acrecienta y se defiende mejor, cuanto más lo estiman las personas que conviven con él. Es una riqueza colectiva que no encuentra justificación de protección sino en pertenecer a esa colectividad y, por tanto, en servir a un fin social”.
El interés de la sociedad por este perfil formativo en Humanidades y Patrimonio se comprueba a través de la versatilidad del empleo obtenido por nuestros egresados. La inserción laboral de los licenciados se ha incrementado y consolidado desde la Facultad de Humanidades de Toledo durante los últimos años de manera clara, ajustando al máximo la formación a las demandas del mercado de trabajo. Es posible llegar a esta conclusión gracias a la labor desplegada por el “Observatorio del Empleo” (http://www3.uclm.es/humanidades/?page_id=4) que la Facultad puso en marcha en el año 2000. Por ejemplo, los datos que arroja dicho observatorio reflejan que, como media, seis meses después de terminar sus estudios, el ochenta y dos por ciento de nuestros licenciados se encuentra trabajando. En concreto, lo hacen en los siguientes ámbitos de las Humanidades y el Patrimonio: archivos, arqueología, bibliotecas, docencia y turismo.
En cuanto a la relación de la propuesta con las características sociales y económicas de la zona de influencia del título, podemos afirmar que existe un estrecho vínculo entre nuestra Facultad y su entorno, siendo este uno de los principales valores del Grado. Muy particularmente porque Toledo es ciudad Patrimonio de la Humanidad y capital autonómica, especializada en diferentes servicios del sector terciario relacionados con la formación humanística y el Patrimonio. La ciudad toledana es la sede de diversas instituciones locales, provinciales y regionales (Ayuntamiento, Diputación, Patronato, Junta de Comunidades y el Consorcio de Toledo), además de organismos privados, para los cuales el patrimonio histórico y cultural es un objetivo principal. La extraordinaria oferta cultural y patrimonial de Toledo (archivos, bibliotecas, fundaciones, administraciones públicas, monumentos, museos, y medios de comunicación) reclama por lo tanto un Grado en Humanidades y Patrimonio para satisfacer estas necesidades. En este sentido, la Facultad de Humanidades de Toledo se halla en un edificio histórico rehabilitado del casco antiguo Patrimonio de la Humanidad, que proporciona un marco extraordinario y especialmente idóneo para el desarrollo de los estudios de este grado, al permitir una docencia muy práctica por la concentración de un vastísimo patrimonio histórico y cultural y grandes posibilidades para la iniciación a la investigación.
Además, en este mismo ámbito, la Facultad organiza actividades abiertas a la sociedad toledana en colaboración con diversas instituciones de la ciudad. Véase, Ayuntamiento, Biblioteca Regional, Cabildo de la Catedral, Caja de Castilla‐La Mancha, Consorcio de Toledo, Diputación Provincial, Junta de Comunidades de Castilla‐La Mancha y Televisión de Castilla‐La Mancha. De hecho, el informe de evaluación externa de la ANECA ‐a la que nos sometimos en el año 2005‐ reconoce que éste es uno de nuestros principales activos, en el que continuamos plenamente comprometidos.
Prueba de la repercusión social y de la vinculación con el entorno de esta Licenciatura ha sido la convocatoria del Premio Nacional de Humanidades Lorenzana a instancias de nuestra Facultad. Dicha iniciativa nace con la vocación de convertirse en un referente nacional en el ámbito de las Humanidades y con proyección en el tiempo, gracias al patrocinio de la Obra Social y Cultural de la Caja de Castilla‐La Mancha. El pasado 30 de septiembre de 2008 tuvo lugar el acto formal de entrega del premio que había fallado el jurado presidido por Víctor García de la Concha, presidente de la Real Academia Española, y que recayó en el profesor de Historia Contemporánea Miguel Artola Gallego.
A estas iniciativas se suma un ambicioso programa de prácticas externas en diferentes organismos públicos y privados La formación práctica en el ámbito de las Humanidades y el Patrimonio ocupa, así pues, un lugar muy destacado en nuestro programa formativo, en el que se incluye el reconocimiento en créditos de dichas prácticas. Un gran número de alumnos de nuestra Facultad ya han realizado prácticas en instituciones públicas como Archivo Municipal del Ayuntamiento de Toledo, Archivo Histórico Nacional (sección Nobleza), Archivo Histórico Provincial, Archivo Regional, Castilla‐La Mancha Televisión, Consorcio de Toledo, Dirección General de Patrimonio y Museos (Consejería de Cultura), Instituto de la Mujer, Museo de Santa Cruz y Yacimientos arqueológicos como Cerro de la Mesa (Toledo), Ercávica (Cuenca), Vascos (Toledo), Vega Baja (Toledo), entre otros. En el sector privado, podemos mencionar las prácticas que han venido realizando con Viajes Ecuador y Juan Manuel Rojas Arqueología (SLU). En suma, todo ello permite completar las habilidades y competencias de los alumnos, así como adquirir experiencia real en diversos ámbitos laborales relacionados con el mundo de las Humanidades y el Patrimonio.
Más allá del medio local, los alumnos de la titulación tienen la posibilidad de participar en los programas de movilidad nacional (“Séneca”) e internacional (“Erasmus‐Sócrates” y “Leonardo”) en períodos cuatrimestrales o anuales. Cada año se ha ido incrementando el número de estudiantes que realizan estancias en universidades de Alemania, Finlandia, Francia, Italia, Polonia, Portugal, Reino Unido o Turquía. Allí se desarrollan actividades coherentes con los objetivos del programa formativo que son reconocidas a su regreso por la Universidad de Castilla‐La Mancha. Del mismo modo, nuestro Centro acoge anualmente a un significativo número de estudiantes extranjeros, superior de manera porcentual al de las otras Facultades de Letras de la UCLM. Paralelamente, a través de convenios bilaterales, se ha propiciado el intercambio con universidades de Asia, Estados Unidos e Iberoamérica. Todos estos estudiantes foráneos se han visto atraídos por la riqueza patrimonial de Toledo. En el contexto de la progresiva internacionalización de la Facultad, nuestros profesores participan en visitas a centros universitarios asiáticos, europeos, iberoamericanos y magrebíes.
Finalmente, por todo lo evidenciado, destacamos que la denominación “Humanidades y Patrimonio” es la que se ajusta mejor al interés y pertinencia académica, científica y profesional del Grado frente a otros títulos, como el de “Humanidades”, que son más indefinidos para la realidad de la zona de influencia del Grado, donde la cuestión Patrimonio es una clave principal.
De esta forma, el título aúna, en la etiqueta Humanidades, el claro perfil humanístico del Grado, que coincide con los referentes externos que detallaremos a continuación; y, con la etiqueta Patrimonio, la propia diferenciación de este Grado en contraste a otros también derivados de las Humanidades.
En este documento, descargable (.pdf, 212 kb.), podrán consultarse los referentes externos a la Universidad de Castilla-La Mancha que la Facultad ha tenido en cuenta para la elaboración del proyecto del Grado en Humanidades y Patrimonio.
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